23.3.06

volver de vacaciones me deja un vacío. y no es solamente porque no voy a ver a charly (un ovejero enorme) cada vez que salga de la panadería que está pegadita al edificio, no. cada viaje significa empezar de nuevo. planificar, proyectar y meditar sobre todo aquello que pasó hasta ahora y lo que vendrá. 10 días de introspección, melancolía y hasta algo de tristeza. me pasaron cosas que no esperaba y algunas no terminaron felizmente, pero sin embargo no las cambiaría. hoy pensaba en todas las veces que creyeron que oculto cosas. tal vez. si preguntaras hoy, hablaría hasta quedarme sin palabras. de veras.

3.3.06

El nenito se fue. Hoy no comparto mi cama. Mi corazón golpeteó raro cuando lo escuché llorar al otro lado del teléfono. "Ro, Copito no quiere comer", me dijo su nueva mamá. "Dale leche tibiesita, pero no mucho porque sino se despierta de madrugada; hacele mimitos en las orejas antes de dormir", recomendé. Sí, ya sabía que este momento iba a llegar, pero bue... no pensé que sería hoy. Me encariño fácil y tres semanas no es poca cosa. Era un bebito, apenas le asomaban los dientes cuando decidí que iba a adoptarlo temporalmente. Le hice una cunita con cositas que Naty tejió hace mucho, le cedí mi monito de peluche para que no durmiera solo, pero lo usó poco porque pronto se dio cuenta que descansar entre las almohadas era mucho más cómodo. En estos días fue aprendiendo a levantar la patita, a subir la escalera, luego a bajarla escalón por escalón para no golpearse (la primera vez fue un aterrizaje forzoso, sin escala), a respetar a Cleo (a ni siquiera acercarse!), a que al viej no se lo debe morder, y menos cuando está en ojotas. A Dalls la convenció, por cansancio nomás; tuve miedo de que lo aplastara, 50 kilos contra 600 gramos es complicado, pero al final se entendieron bien. Lu no lo veia, más de una vez se lo llevó por delante. Le gustaba viajar en trapo de piso mientras Rok trataba de limpiar sus enchastres. Adoraba morder mis zapatillas celestes, aún cuando las tenía puestas, pero su actividad favorita era colgarse de mis jeans, definitivamente. Hoy Matu volvió de vacaciones y vino a conocer y a llevarse a Copis. Se enamoró a primera vista y no es para menos; un pecoso divino, terrible, pero divino.
Sniff... por ahí mañana me cruzo y lo voy a visitar un ratito =)