31.1.09

Y sí, no me quedó otra que ir a visitar a mi queridísima doctora Ferraro. En la enfermería me tomaron la presión: "Está normal, pero estás volando, ¿estás nerviosa?". Hace tres años que me pregunta lo mismo. Le pregunté si podía pesarme, dijo que sí. "Mmm... 58,100.. 1,75... 5x8... x7... 23...". Justo entró la doctora para rescatarme del cálculo de masa corporal. Sí, tengo 4 kilos y 1cm de altura menos, pero no es voluntario, sino no estaría acá, ¡no oses retarme!
"Uhm... hace un año que no nos vemos... ¿qué anda pasando?" y otras preguntas de rigor que me mantuvieron entretenida unos 40 minutos. Terminamos hablando de su dolor de hombro mientras llenaba papeles varios con órdenes de análisis y nada de soluciones inmediatas.
Salí del consultorio y pedí algunos turnos, pero la señora del escritorio viejo estaba tan entretenida charlando mientras llenaba las fichas que olvidó escribir en mis órdenes... tuve que volver al rato, para preguntarle cuándo debía ir a hacerme la ecografía. "El viernes, a las 11", dijo con aires de obviedad, "cualquier cosa que no puedas venir, llamame". Le sonreí y me alejé, tarareando bajito.
Igual que antes, pero sin fiebre... y no gracias a la medicina.

26.1.09

¨¡Hace tres días que estás en camisón! ¿qué te pasa?"
Agradecé que uso camisón, Ma...

1.1.09

mejorando... ya todos entendieron que no está bueno comer el mismo menú en navidad y año nuevo, porque nadie sobrevive al aburrimiento... hay que innovar, no por nada hay una semana en el medio. esta vez vinieron los suegros de Ser, nos divirtieron un poco más relatando anécdotas de viajes de jubilados y metidas de pata, todo en andaluz. mi madrina estaba apurada, como siempre... casi que masticábamos el arrollado de pollo junto con la ensalada de frutas y de repente nos desaparecían los cubiertos. Joni se hizo fan de Rokita, alababa mis panqueques y las pastas del 25 mientras un hilito de baba le caía al mejor estilo Homero Simpson: "no puede ser que todo le salga rico! mmm... los cosos de verdura del otro día!" (léase capelettis). esta vez no hubo fernet, muy pocos brindis, todo mal... no habrá anécdota vergonzosa para contar en la navidad del 2009. tranquilísimo. demasiadísimo. será que nos estamos poniendo viejos? no pude evitar soltar una carcajada mientras mis queridos padres querían, a toda fuerza, saludarse y chocar las copas, sin notar que yo estaba en el medio, hicieron de mí un sanguchito. qué torpes! pero hacía mucho que no me reía con ganas, estuvo bien empezar el año así.