maldita dependencia sentimental. algún día maduraré...

Te voy a extrañar, preciosa...

Ufff... ya pasó. Por ser la primera vez, estuvo muy buena. Caos al principio, corridas, improvisación de carteles y ahhggg! Las chicas de Intelectuales (mentalitas, como les dice Mabel) eran mayoría, ocuparon cuatro mesas con sus trabajos enorrrrmes y coloridos. Nosotras, las Visuales, amuchadas en un rinconcito pero orgullosas de nuestras creaciones también. Todo como parte de una Jornada Académica Estudiantil que se hizo por primera vez (y a las apuradas), con charlas y exposiciones de material didáctico y proyectos de educación especial... supuestamente de las cuatro especialidades, pero no hubo tiempo de organizar todo (no sé por qué) y al final quedaron dos. Divididas en dos aulas, de adaptaciones curriculares y prácticas, nos repartimos y empezamos a desplegar tooodos nuestros trabajos... bueno, una gran parte. Afiches por todos lados, sillas amontonadas, fibrones y cintas que iban de mano en mano... Juegos, teatro de sombras, libros en braille, videos de algunas clases, libros álbum, maquetas, mapas con texturas... de todo! Raquel y su marido nos dieron una charla sobre músicoterapia impresionante.

Aquí algunas cositas:

Ábacos, pizarras y punzones, juegos para disminuídos visuales.

Alfabeto en tinta, braille y figuras.

Libros álbum.

Julián anotandoelnúmerodeteléfonodelaschicas... ejehm... digo, enseñándoles cómo se escribe en braille.



Maqueta de las mentalitas.

Ceci y sus mapas con texturas.

Tablero de ajedréz adaptado para ciegos.

(algunas de) Nosotras...

¡La próxima debería ser en la Rural!

porque todos necesitamos alguien de quien no desconfiar



oh, sí... prefiero estar mal a estar peor.
al menos hoy.

en cualquier momento salgo a matar gente.






o plantas.

Soñé que me casaba. Sí, rarísimo. No era mi casa, un departamento con escalera de madera y paredes cálidas. No era un lugar conocido, casi como un salón prestado, pequeño y oscuro. No era mi familia, todos demasiado arreglados y tranquilos. Ni mi novio, espero que tampoco futuro. Ni mis flores favoritas, ni gente conocida, ni tenía ganas de estar ahí, y menos a punto de un hastaquelamuertenossepare. Lo único lindo era el vestido, brilloso, con cintitas y piedritas y... la calle, tan amplia y húmeda, reflejando luces y estrellas. Alguien me hablaba y me perseguía con un par de zapatos plateados. ¡Vas a llegar tarde! ¡Todos están esperando! Y yo bajaba la escalera de madera ligerito, caminaba sin querer escuchar, arreglando las cintitas blancas que caían por mis hombros.
Visualmente hermoso, pero desperté con una sensación parecida a... wtf!
Perdón por usurpar un sueño ajeno, no era mi intención... pero creo que me voy a quedar con el vestido...

Supongo que el cuento favorito de mamá era Caperucita Roja