13.8.06

pablo dice que nunca hay que irse sin despedirse. y es cierto, más allá de la cortesía, claro. te das vuelta y sabés que ese "mañana te escribo" o "después hablamos" nunca va a llegar. entonces es mejor decir las cosas en el momento y correr el riesgo de que realmente ese después nunca llegue.
oh, sí.
amé y amén. tal vez demasiado. a más no poder. hasta secarme de lágrimas y brotar de sonrisas. también quise, pero ese es otro libro. miles de veces pensé que el corazón se me haría pedacitos. y creí sentirlo. pero no. querer de verdad implica también poder ser feliz con la felicidad del otro y me va bien con eso, de veras. hay sonrisas y miradas que aunque no las vea me hacen feliz. me tiembla todo el cuerpo. y estoy mezclando las cosas, pero no importa. nervios+frío. frío de sábado por la noche y nervios de disculpas que no sentí necesarias, o sí, pero no oportunas. y también todas esas palabras que nunca entendí. por eso ahora necesito nuevas canciones, preguntas, miradas.
fuck off.
voy hacia una vida austera, minimalista, despojada de todo color que me incomode. significa que no necesito de una voz grave, ni de un café en un bar súper-wachi-wow, ni una salida al lugar más anti-top para sentirme un tanto equilibrada. de hecho, eso tampoco es posible.
lo cierto es que... no soy tan peligrosa como parece. un poco débil nomás.