8.3.11

Mientras enhebraba escallas en un alambre con memoria, por un instante todo tuvo sentido. Era la pieza que me faltaba y de pronto vino a mi mente: salita de 3. Mi karma sentimental comenzó a manifestarse allá lejos y hace tiempo, en el jardín de infantes, cuando me enamoré de mi profesor de música tocando el piano. De ahí y hasta fin de 2mil10 repetí la historia, una y otra vez, hasta el hartazgo. No sé de dónde saqué el gen groupie, pero es un buen momento para extirparlo.
El Negrito pasó a ser el rey de la casa. Increíblemente está más sociable y menos ladrador. Me encanta que se lleve bien con mi viejo desde que la gordis no está, pero me preocupa que se lleve taaan bien porque, es fija, lo va a malcriar más que yo y eso es muy grave.
Temo por su salud. Arrancan temprano a la mañana desayunando bizcochitos azucarados. Al mediodía, siempre le da un pedazo de carne, o milanesa, o pollo, o fiambre... luego su alimento balanceado. De postre, lo que sea que quede en el recipiente contenedor de tal exquisitez. A la tarde, la segunda tanda de galletitas. A eso de las 7 le toca su cena balanceada y a las 8 lo que mi viejo le guarda a un costado del plato. Comparten demasiado... en cualquier momento los descubro oliendo a vino tinto berreta.
Ah, Pa, sabelo... no te voy a dejar que lo lleves a dormir la siesta con vos. Es MINegrito, ok? Ya veo tus intenciones de entrenarlo como tu calentador de pies en invierno...

7.3.11

Guess what.

No miro una de las mejores series de tv sólo porque el nombre del protagonista me pone nerviosa.
 
Y para que mi madre no me mate a preguntas.
maldito el instante en que te dejé meter mano en mi playlist.

5.3.11

Se fue... esperó que terminara el cumple de mamá para no entristecernos la cena y se fue. Gordita linda, gracias por tantos años de simpatía y amor puro. ¡Te voy a extrañar muchísimo!