23.5.08

odio, bronca, tristeza, alivio, bronca otra vez. fragilidad, fuerza, tristeza, desconcierto. ganas de seguir, cansancio, inercia, fortaleza de nuevo. incapacidad de poner todo en palabras. dame tiempo.
Anita alivia mis bajones: Ay, Rosa, ¡te quiero mucho!
Celeste me abraza y me sonríe cuando más lo necesito y menos lo espero.

18.5.08

1/1/08: siete imágenes. sólo siete. lo vivido, precioso. aquella actualidad, radiante. 5 meses después, lo esperado: fin, calumnia + 3º, y ahoraqué. muerte, carro, torre. impecable, ¡aplausos! ¡ovación!



oh...


felicidades por los niños que vendrán
- hola! vas a estar con nosotros? wow... te sacaron los aparatos...
- te puedo hacer una pregunta? cuánto medís?
- mmm... qué rico perfume que tenés...
- vos qué música escuchás?
Y para rematar, me regaló un beso volador.
Sisí, Nahuel, el niñito que cuando estaba en primer grado y me tocó hacer prácticas en su grupo lo primero que hizo al verme entrar fue ir en busca de una silla y un almohadón "para que no te lastimes la espalda", sigue deslumbrándome... 3 años después.
Retomé las clases allí, mi primer día de observaciones pre-prácticas intensivas. La profe vió mi cara de noquieroirasexto,porfis,cuarto y como siempre, accedió. En el camino entrada-aula, las nenas del ex-segundo me llenaron de besos y abrazos y pisotones y vas a estar con nosotros?; con cara feliz de verlas y triste de respuesta negativa, di una breve explicación y una promesa de jugar con ellas en los recreos.
Cuarto, caos. Andrea, la seño, a los gritos siempre. Nadie trabaja en silencio, ni siquiera en voz baja, ni sentados, ni en el mismo tema. Pero el hecho de conocer a unos cuantos me daba cierto alivio. Hora de matemáticas: unidades, decenas y centenas de mil revueltas en las fotocopias y en el pizarrón. Amenazas de la seño si no empezaban a portarse bien. Primer recreo, me quedé con un grupo de chicas que no podían resolver los problemas ni las divisiones por dos cifras. Llenamos el pizarrón de números, pero al final cada resultado en su lugar.
Luego llegó el profe de inglés: Lucas, nuevo. Entregó los exámenes y llevó a los chicos a la sala de videos. Te quedás? me dijo, con cara de porfavor,olosmato/mematan. No tenía nada mejor que hacer. This is a blue pen, decía la chica del video, y no pude evitar reirme por dentro. A nadie le interesaba, todos gritaban, pero él ponía toda la onda para remontar algo híbrido. Lo esperamos con los chicos, en el patio, mientras desconectaba la tv. Y una discusión terminó con dos chicos revolcándose en el piso, pegándose sin asco; el resto, cual hinchada futbolera, alentando la riña al grito de "pleito! pleito!". Duró unos segundos. Continuó en al llegar al aula. Intervine, intenté separarlos y miré a Lucas con mi peor cara de nopensásayudarme?!, sólo dijo "chicos, basta" sin elevar demasiado la voz. Quedó todo ahí. Luego los llevó al patio, a jugar un rato hasta la hora de irnos. Charlamos un poco, dijo que no pensaba desaprobar a nadie porque no quería bajarles el autoestima, aunque había muchos chicos que no rendían lo suficiente. Luego dijo estar contento por la evolución del grupo, que ahora le prestaban más atención y podía trabajar mejor (ja! sí, ahora al menos los escuchan tres chicos y una practicante). Pobre... me dió pena... pero no él, todo lo demás. Decepción, impotencia, un poco de bronca. Lo más triste es que todo lo que dice es justificable... y patético.
Sólo espero que mi paso por cuarto no sea tan etéreo y que me queden algunas esperanzas de que algo, aunque sea chiquito, puede ser distinto...

17.5.08

No querer comprender, no analizar... Verse como se ve a la naturaleza, mirar las propias impresiones como se mira un campo: la sabiduría es eso.



amén