25.6.12

Caos en caos

Nunca me quejé de no tener hermanos con quien jugar cuando era pequeñita. Siempre le encontré el lado positivo a ser hija única. Lo disfruté enormemente. Cuando me preguntaban si me hubiese gustado tener hermanos, creo que nunca lo deseé seriamente. Pero, ahora, con Madre quebrada y Padre medio ciego, lamento profundamente no tener con quien compartir algunas responsabilidades. Es demasiado para mi cuerpo-mente-alma insanos que nunca terminan de recuperar energías.