19.2.05

no más venta de ropa. y la pobre rokita tiene esperanzas de cobrar lo que falta algún día. jaja... ilusa. no, no me hagas reir que por ahí se me despegan las chapas. seis meses fueron demasiado, he tomado una buena decisión. aunque lo que más duele es tener por fín un sábado libre después de veintimuchas semanas y no contar con $2 para viajar en tren, al menos.
y aquí, a continuación, quedaría perfecto el monigote que dibujé la semana pasada mientras pensaba cómo decirle a Dorotea que ya era suficiente, que soy buenuda, pero que tampoco daba para abusarse tanto y que de todas formas le agradecía haberme hecho notar las diferencias entre el morley, la tela mecánica y el acetato.
de a ratos soy lo más inocente que existe, está winnie pooh y luego yo. y al mismo tiempo el hecho de que alguien cambie de lugar la esponja de mi baño gris puede ser causante de una explosión de histeria. y siento unas desesperadas ganas de sacar los cigarrillos de la cartera y verlos consumirse lentamente en la oscuridad. sí, aunque sea poco creible, a veces uso cartera aunque sea incómoda y tienda a olvidarla por ahí. luego muero de ternura por una tonta, tonta canción en la radio.
necesito una charla de sábado a la noche. el tiempo va tan acelerado y tengo una crisis vocacional. y laboral. y aptitudinal. actitudinal... soy una crisis. una gran y violenta crisis.

eso soy.

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