9.9.08

Soñé que me casaba. Sí, rarísimo. No era mi casa, un departamento con escalera de madera y paredes cálidas. No era un lugar conocido, casi como un salón prestado, pequeño y oscuro. No era mi familia, todos demasiado arreglados y tranquilos. Ni mi novio, espero que tampoco futuro. Ni mis flores favoritas, ni gente conocida, ni tenía ganas de estar ahí, y menos a punto de un hastaquelamuertenossepare. Lo único lindo era el vestido, brilloso, con cintitas y piedritas y... la calle, tan amplia y húmeda, reflejando luces y estrellas. Alguien me hablaba y me perseguía con un par de zapatos plateados. ¡Vas a llegar tarde! ¡Todos están esperando! Y yo bajaba la escalera de madera ligerito, caminaba sin querer escuchar, arreglando las cintitas blancas que caían por mis hombros.
Visualmente hermoso, pero desperté con una sensación parecida a... wtf!
Perdón por usurpar un sueño ajeno, no era mi intención... pero creo que me voy a quedar con el vestido...

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