Al mejor estilo Loquense (?), en su primer día de trabajo, me recibió con: "Buenas noches, puedo tomar tu pedido?". Miro el reloj... 3 de la tarde; bien! vamos bien!!.
Acelerado, un poco perdido también, no se rendía ante los intentos fallidos de llenar las cajitas con papas. Tarea complicada por lo visto.
- Te puedo ofrecer un vaso de gaseosa?, por la espera...
- No, gracias, está bien.
Mientras tanto, el local se llenaba de gente, las mujeres grandes (por no decir viejas) murmuraban, los nenitos repetían el típico "pa, me comprás?" y como no falta en ningún lado, la empleada fastidiosa basureaba a sus compañeros.
De todas formas, se veía contento, le brillaban los ojitos, atendía a la gente con una sonrisa, quizá con la esperanza de llegar a ser el "empleado del mes".