mi viejito está en la etapa de abuelito simpático. a todo niñito que ve por la calle le dice algo.
creo que le hubiese gustado entrar conmigo al aula de 3º c.
a la maestra, de rulos dudosos, se le perdió el río uruguay en el mapa. a cada rato decía jarri ap, jarri ap, como si alguien la entendiera.
todos fueron agradables, a pesar de que fui sin aviso a observar cómo trabajan y a corregir ejercicios. algunos se sentían intimidados en el momento en el que recorría los bancos, otros actuaban con normalidad y total seguridad "rosa es tu nombre, no? me explicás esto?". ahí estaba rokita, tratando de explicar cómo interpretar la hora según el momento del día.
hay una niñita llamada meidy. o algo así... sisi, sonaba a heidy, pero con m. ya descubrí al futuro abanderado y a la soplona de la maestra, la rubiecita de trenzas. seh... "ella no trajo papel glacé, seño, pero yo le presté". al rebelde, al que espera el momento indicado para hacer chistes, al artista y al más tímido. sergio, recién llegado de corrientes, me regaló muchas sonrisas durante las horas que compartimos en el aula.
lindo, a pesar de que fue un jueves frío y la profesora de plástica los hizo pegotear lanas y tapitas en bolsas de papel. "hagamos una obra de teatro", decía. y los pobres títeres imitando animalitos apenas sostenían los botones recién pegados.
ah, sí, olvidé las huellas de brillantina en el bolsillo del guardapolvo.
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