esto no es smc. la mugre es similar, pero las paredes brillan y las luces me dicen las cosas que quiero escuchar.
pensaba en que nadie entiende lo difícil que es caminar sobre sandalias de taco chino entre adoquines.
tomamos agua coloreada en vasos grandes y las semillas de frutilla flotaban en el hielo. recordábamos cosas sin sentido y nos dimos cuenta que a pesar del paso del tiempo seguimos teniendo 15 años. sus miradas me decían: "te tomaste el tiempo-trabajo de venir hasta acá para qué? hay algo que no queda claro. con qué poco te conformás... una vez más, no te entiendo. pero igual te acompaño. allá tú querida amiga". y ahí estábamos, causando estragos por las calles de san telmo, cantando canciones pop por las avenidas, como si las veredas nos pertenecieran.
en la parte más esperada el tiempo pasaba demasiado rápido como para volvernos sin cenar. caminamos esquivando bolsas hasta llegar a una pizzería pronta a cerrar. pizza sin aceitunas + mensajes en servilletas. demasiado perfecto.
y yo brillaba por mi ausencia. brillaba, como las chapas de ro. y el angelito decía "estoy dispuesta a disfrutar de todo lo que la vida me ofrece", lo más acertado en ese instante de nada.
lo olvidé al subir al colectivo. sólo pensábamos en las pocas horas de sueño que quedaban, previas a las 11 horas de trabajo pre navideño. uff...
venía durmiendo con su cabeza sobre mis piernas cubiertas por la pollera floreada ya arrugada por las horas de quietud. algunos miraban imaginando cosas y yo sonreía. lo poco que tenía quedó en el último asiento del 130.
cancelamos cuentas y nos despedimos hasta quién sabe cuándo. fue lindo. y hasta se acordaron cómo nos sentábamos en el aula de noveno. feliz navidad, rok.
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