9.8.03

tuve una semana rara.
me acordé, me olvidé, me acordé, me olvidé y me volví a acordar del cumple de celes.
me había desacostumbrado a los horarios, a la estupidez diaria, a los gritos innecesarios, a los comentarios desubicados, a las horas interminables, a las voces de siempre. salí medio sorda y como consecuencia, casi me atropella un auto.
todavía no consigo dormirme antes de las 3 a.m. y mucho menos no morir de sueño al mediodía.
tuve miedo. sí, miedo. como cuando era chiquita y mi viejito apagaba la luz y cerraba la puerta de mi habitación creyendo que estaba dormida.
el miércoles me pareció vivirlo como el último día de mi vida. como si tuviera una enfermedad terminal y empezara a despedirme de los seres queridos, diciéndoles cuánto los quiero, regalando pertenencias, esperando un final irreversible. y creo que de eso se trata, de un final. algo está por terminar. o ya terminó y éste es el principio?. no lo sé aún, pero esta vez estoy tranquila.

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