26.9.06

llegó la hora de rotar. con mínimas ganas tuve que dejar a los bichitos canasto y rodearme de otros seres, que rondan los 10 años y en la segunda observación colmaron mi paciencia. el jueves mientras formábamos celes me abrazó (la pierna, porque más alto no llega) y me preguntó con cara de no estar muy convencida por qué me iba "allá", con los otros. le dije a sus ojitos super azules que era algo que debía hacer pero que de todas formas iba a ir a visitarlos un ratito cada jueves. cuarto es lo menos y no hay nada que hacer. la maestra me pasea hace 15 días diciendo que todavía no sabe sobre qué temas puedo dar mis clases, y yo no tengo mucho más tiempo para perder. un tal roberto, promotor de yakult, vino a dar una pseudoclase y explicación sobre lo benefiosos que son los lactobacilos. macanudísimo y hermosa voz, pero qué pérdida de tiempo! estábamos en la biblioteca. primero estuve con los de segundo ciclo y después me infiltré entre los de primero. anita se sentó a upa de la pobre rokita y no paraba de rascarse la cabeza. rok la quiere tanto que se la bancó como una lady (además he descubierto que desarrollé una interesante inmunidad a los caminantes, así que nada importa). en la última hora los de cuarto pidieron permiso a la directora para tener recreación en el patio. las chicas jugaron al quemado, los chicos al fútbol. en los últimos minutos hubo un problema, que terminó en el aula. alguien (todavía no aprendí nombres) agarró del cuello a otro alguien y lo arrinconó contra la pared. entre tanto comenzaron a volar todas las cosas que rok tenía en la bolsa sobre uno de los últimos bancos (cartulinas, carteles y demases), y en cuanto me meto a separarlos recibo un "no me toqués (así, con tilde en la e), no me podés tocar, no sos nadie para tocarme" y casi casi una trompada. clarísima la tenía. es cierto, no debemos tocarlos, aún así se estén matando. la maestra, bien gracias... está acostumbradísima a que pasen estas cosas. la directora, superada, dijo algo de llamar a un juez de menores y no sé qué más. yo, quería llorar. en los apuntes de pedagogía y didáctica no dice nada de ir al colegio con chaleco antibalas debajo del guardapolvo. el nivel de violencia y agresividad era directamente proporcional a mi angustia y sentimiento de impotencia. me dieron ganas de no volver, no puedo ni quiero lidiar con este tipo de conductas. yo era feliz silabeando palabras y prestando dedos para contar. cómo pasé de las frases bonitas a esto en dos semanas? cómo puede ser que cambien tanto en cuatro años? todavía faltan meses para terminar las clases... y mi estadía en cuarto recién empieza.
es hora de té negro+coco+canela y dulces sueños, mientras se pueda.

No hay comentarios.: